Los años 80 tienen ese aura mágica que a algunos nos hace padecer el síndrome de la edad oro. Todo tiempo pasado fue mejor, aunque en realidad, los 80's no fueran enteramente una época de jerez y risas. Más bien fue todo lo contrario. Fue una década azotada por la crisis económica del petróleo, puesto que aunque la crisis explotara en los 70's, fue en los 80 cuando se notó. Sin embargo, sigue produciendo esa melancolía a los que la vivieron. El fenómeno cultural que supuso parece que trascendió más de lo que algunos esperaban, dejando a su paso un viento de nostalgia a día de hoy, y que mejor manera de recordarla que con un tema melancólico del momento. Este el caso de la canción Wonderful Life del grupo Black es la constatación de que a pesar de lo duro que fue la época, la vida seguía guardando pequeños placeres ocultos, que quizá hoy en día estemos pasando por alto.
En 1986 salía a las pantallas Cocodrilo Dundee. Una comedia protagonizada por Paul Hogan, que estereotipaba a los ciudadanos de Australia. Ya sabemos que el humor sin tópicos no es lo mismo, y así lo debió de pensar la crítica por su buena recepción en el momento. Durante la sexta temporada de Los Simpsons, en un episodio en que Bart le hace una llamada a cobro revertido a un niño de Australia, incluso bromean con la idea de como la película fue uno de los tantos rasgos culturales que encandiló a los EEUU, uniendo así a las dos naciones por un vínculo cultural ficticio, casi sentimental. Sea como sea, si en los Simpsons era la estereotipada cultura australiana la que conquistaba los corazones americanos, en la vida real, una canción de un grupo británico entraba fuerte en Australia. El single, del grupo New Order, Bizarre Love Triangle fue número 5 en las listas de Australia. Curiosamente en Gran Bretaña no llegó a entrar ni entre los 40 primeros. Acontecimientos del momento: los australianos si supieron valorar este temazo ochentero, como los estadounidenses a Cocodrilo Dundee.
Algunas personas de mi generación, no todas, crecimos siendo testigos de las consecuencias que tiene fumarse el guión de una película "medio decente" para crear una secuela. Incluso fuimos más allá, y vimos lo que era comerse esa secuela y cagar, en forma de diarrea, otra más para así crear una saga carente de una trama argumental sólida. Para los que no sepáis de lo que hablo, seguro que habéis oído hablar de Los Inmortales. Una película con una cojonuda BSO, estaba compuesta por canciones de Queen, protagonizada por Christopher Lambert en el papel de Connor Macleod, y dirigida por Russell Mulcahy. Este último además de tener la desfachatez de dirigir la segunda parte de la saga, también tuvo el honor de dirigir el videoclip del hit It's Raining Again del grupo Supertramp. Una canción de principios de los 80's que entró fuerte en las listas conviertiéndose en un clásico del grupo. Claro que para clásicos mejores, prefiero Logical Song de 1979. Aun así, escuchad este sencillo que no os decepcionará.
Los ochenta trajeron también la disolución de la URSS, y con ello el fin de la Guerra Fría. La teoría de las conspiranoia acudió a la explicación de que en una reunión de Gorbachov con Reagan, éste último le instó a acabar con el conflicto porque en pocos años la guerra iba a ser contra los aliens. Obviamente la veracidad de este hecho pende de un hilo, pero si es veraz es que la Guerra Fría si dejó a gran parte de la población mundial en un estado de miedo constante por el peligro de la guerra atómica. Tampoco eran indiferentes sus líderes que debían sufrir alucinaciones sobre la debacle nuclear de nuestro planeta. Así lo dejaba claro la película de Stanley Kubrick, Teléfono rojo: volamos hacia Moscú. Todos recordamos el aura de paranoia que reflejaban los EEUU y la URSS por la cuestión de las conspiraciones en ambos bandos. En el film lo que llamaban el ataque preventivo sería el principio del fin de la humanidad, y porque no decirlo, también en la realidad. Pero si debemos destacar algo de aquella fantástica obra del controvertido Kubrick es al gran Peter Sellers que interpretó hasta tres personajes distintos la historia. El nombre de uno de ellos, el Dr Strangelove es también casualmente el título del hit de 1987 de Depeche Mode. Desconozco si hay alguna relación, pero lo que si puedo afirmaros es que a los amantes de la música electrónica, Strange Love, no les desagradará.
En 1985 encontramos a un jovencísimo Sean Astin interpretando al líder de una pandilla de pillos en Los goonies. Si le hubieran dicho que casi dos décadas después interpretaría a Samsagaz Gamyi en la trilogía del Señor de los Anillos seguramente no lo hubiera creído. Efectivamente, en la cinta del 85 nos encontramos con una historia hecha para el público infantil, que yo personalmente recordaría toda la vida por el personaje de Sloth, el hombre deforme que inspiraba tanto miedo en la pandilla, y el supermeno de Gordi. Sin embargo, a pesar de esta reminiscencia nostálgica del pasado, esta película también contaba entre su BSO la canción de Girls Just Want To Have Fun, de Cindy Lauper. Este hit del 83, así como su cantante de peinados estrambótico, nos transporta directamente a contemplar esa pintura que muchos imaginamos de los 80, donde se rompían por fin muchos estereotipos que tenían que ver conla imagen.
Hasta aquí el Top 5 de esta semana. Vuelvo a pedir disculpas por el hecho de no haber podido publicar la semana que viene, pero los exámenes a veces nos succionan mucho tiempo. Como compensación, prometo traeros un nuevo top esta misma semana, de los 80 también pero esta vez en España. ¿Os suena la movida Madrileña?
Saludos jodidos de Balcerx
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