
Hace unos días tuve una acalorada discusión con una persona en
twitter que catalogaba el
feminismo como una ideología en la que la mujer hablaba desde una superioridad moral que le daba su sexo. Varias veces le tuve que repetir que a lo que se refería él es al
hembrismo. El tipo, sin embargo, siguió en las mismas diciéndome que no era lo mismo el
feminismo de ahora que el de antes, que había evolucionado y que ahora la palabra
feminista significaba lo que él decía. Algo que me produjo una carcajada horrible porque antes de que apareciera incluso el término hembrista, ya se encajonaba a las
feministas en ese estándar que había descrito. Al final, después de mostrar datos reales sobre la discriminación que todavía seguía habiendo sobre la
mujer, después de repetirle una y otra vez que estaba confundiendo términos, y de escuchar mil y una falacias, opté por pasar del tema. Por aquello de el
falso axioma y la fé ciega.
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No obstante, después de la discusión que resultó ser una pérdida de tiempo, me entró la curiosidad sobre el tema. Así me dispuse a informarme más sobre el término hembrista. Para mi sorpresa encontré varias entradas en las que se defendía que el término
hembrista era una invención del
hombre, y más concretamente, del
machismo. Un nuevo término para desacreditar al feminismo, porque el
hembrismo se define en unos
valores, conductas sociales, y tradiciones representadas en la historia por el hombre. La competitividad, la jerarquía, la superioridad moral, etc. Agarrándose a esta teoría, y en que las mujeres son santas beatas que jamás han roto un plato, querían dichos artículos destruir el concepto. Vamos, lo que viene siendo el uso de la
falacia para justificar de algún modo que el hembrismo no es válido. Al parecer la representación de valores típicos del "hombre", o más bien de una sóla clase de hombre, el machista, no da vigencia al concepto. Ya que no hay mujeres que se puedan encuadrar en dichos términos, aunque realmente las haya.
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Bien es cierto que la autora de dicho artículo tenía razones de peso para creerse su propio panfleto. Aunque no dejaba de ser una pobre argumentación para no utilizar un concepto que es tan válido como el de
machista. El hecho de que a lo largo de nuestra historia hayamos funcionado, y sigamos funcionando de facto, en una estructura patriarcal, no quita que no hubiera habido, ni haya efectivamente
mujeres hembristas. Porque haberlas, las
hay (en el enlace se mencionan casos a lo largo de la historia, a la vez de como estos casos se utilizan para atacar la figura de la mujer), pero la cuestión es que su número es tan ínfimamente ridículo al de los machistas, y está tan poco aceptado y asimilado entre las mujeres, que realmente no son un problema real de nuestra sociedad. Lo cual nos lleva quizá a entender en parte lo que los artículos defendían.
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El término
hembrista es instrumentalizado por los
machistas para convertir las conductas de la mujer en las mismas que las de los
hombres machistas. No son pocas las veces que he oído que hay un trato desigual en cuanto a la justicia entre
hombres y mujeres. Esto se usa precisamente como argumento que refuerce las tesis
machista sobre las
mujeres. Qué las leyes no son lo mismo para unas y para otros. Que ellas tienen más privilegios. La cuestión, es que cada vez que oigo tal lista de tópicos sobre las distintas medidas, como la discriminación positiva, la clasificación de violencia de género solamente para el caso de violencia ejercida por un hombre hacia una mujer, etc; nunca hay una propuesta para crear una medida que realmente sea igual para todos. Nunca la hay, porque casi siempre, y eso es un clásico del
machismo, lo que se pretende es que todo siga como había estado antes. Al machismo no le importa el problema estructural que sigue vigente en nuestro país en la desigualdad de mujeres y hombres. Y aun reconociendo que las leyes se hacen efectivamente para favorecer a la mujer, he de recordar que las leyes no sólo pretenden ser iguales para todos, sino que también pretenden ser justas. Y es justo que un problema como la
violencia de género, o la
desigual proporción que hay en los distintos sectores laborales, sea regulada. Los propios datos indican que las
mujeres son igual o más válidas que los
hombres y, estos siguen copando en un porcentaje mucho más elevado los cargos. Lo más grave es que es así a pesar de la ley de discriminación positiva; Por otro lado, la violencia de género es un problema grave y mayor para las mujeres, aunque se trate de manera específica para el caso de la violencia ejercida por el hombre sobre las mujeres. Esto no es una postura
hembrista, es la actuación de una institución para un problema que requiere un trato especial. Del mismo modo que el terrorismo se trata de una manera distinta que un homicidio cualquiera.
El problema del machismo en nuestra sociedad es que culturalmente siga estando asimilado por muchos
hombres, y lo que es peor,
por mujeres. Y el problema de que siga estando así de asimilado, es que produce estadísticas tan desastrosas en el caso de la desigualdad entre sexos, como las que acabo de citar, aún habiendo una legislación específica.
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Sin embargo, no puedo darle la razón a las autoras de aquellos artículos porque el hecho de que nuestra realidad le dé la razón sobre la instrumentalización del
machismo,
posmachismo, o como queramos llamarlo, con el término hembrismo, no quita que el hembrismo pueda ser utilizado. Porque estamos hablando de conceptos, no de su instrumentalización, y bajo mi punto de vista el
feminismo debería desprenderse de la asociación que hacen entre hembrismo y
feminismo precisamente señalando las diferencias. Aunque ciertamente poco importa lo del término hembrista, porque al final el
posmachismo siempre acaba utilizando el término
feminista como si fuera lo mismo, y eso lo he comprobado yo estos últimos días, mostrándo los mismos datos que he mostrado hoy, y han seguido en sus trece.
Saludos jodidos de Balcerx.
Datos sacados de
aquí
El hecho de que a una mujer le den una postura mejor en cuanto a la atención de violencia domestica es una actitud "HEMBRISTA".
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