Rompe Ralph, o la razón por la que una película no debería durar tanto

¿Sabéis ese tipo de películas que cuando empiezan y llevas unos veinte minutos piensas: "anda, que guay!" y que cuando llevas ya una hora, piensas nuevamente: "esto ya no es tan guay"? Pues Rompe Ralph (2012) es una de esas. Una idea tan interesante como sorprendente, y que por ese simple hecho ya te engancha nada más empezar, y que conforme avanza el metraje, te va desanimando. Y por cierto, si, es una peli de animación, y si, hago una crítica sobre una peli de animación.

No es necesario ser muy nerd para haber jugado alguna vez en la vida -o conocer al menos- las máquinas recreativas de los 80 y 90. Vale que actualmente la gran mayoría de niños (por no decir todos) tienen o han jugado alguna vez a una consola doméstica como Play Station o XBox, pero antiguamente el concepto este estaba muy limitado a Nintendo y Sega. Si querías jugar a videojuegos, debías irte al bar del barrio, donde era habitual que hubiera una máquina recreativa, o a un salón de videojuegos, donde había gran cantidad de estas máquinas para disfrute de la infancia de la época. Entre la total cantidad de videojuegos, seguro que muchos conocieron a Pac-man o Street Fighter, ahí pasabas horas jugando a cambio de unas monedillas como simple inversión, nada que ver con los desorbitados precios actuales que hay que pagar por un videojuego.

Ralph, el prota

Rompe Ralph es la historia de uno de estos videojuegos de máquina recreativa, y en concreto, del malo de un videojuego. ¿Nunca habéis estado hartos de vuestra vida y función en esta? Pues Ralph, el malvado del juego Repara Felix lo está: hastiado de que siempre le traten mal en su propio videojuego, de que no lo valoren por su "trabajo", de que siempre triunfe el bueno, etc. En definitiva, harto de ser el malo. Su vida consiste en romper un bloque de pisos, y ver como Felix, el bueno, lo repara continuamente, para a continuación, lanzar a Ralph desde la azotea a un charco de barro, como para no estar harto. Un día, tras apostar con un compañero de su propio videojuego, se propone conseguir una medalla que le demuestre a los demás que él también puede ser un héroe. Decide escapar de su videojuego, y adentrarse en otros para poder ser el bueno consiguiendo su medalla de héroe.

Como veis, el planteamiento de inicio es divertido y fresco, y los personajes están muy bien hechos.  Además juega con el componente de nostalgia, al ver en pantalla a personajes como Sonic, Ryu o Pac-Man, estrellas de los videojuegos de aquellos años. Todo el submundo virtual de está muy bien representado y de forma ingeniosa, cosa que es mucho pedir viendo los tiempos que corren, en el que todos los éxitos de taquilla son segundas, terceras partes y remakes de pelis ya existentes. Es curioso como las películas de animación suelen tener mejores guiones, la mayoría, que las pelis de carne y hueso.

Ralph y alguno de los míticos
del videojuego (Sonic o Mr Vison)

La película entretiene hasta más o menos la mitad. Cuando se centran en el videojuego de Sugar Crush y el personaje que acompañará al protagonista durante la mitad de la película, Vannelope, y el antagonista, el rey Candy (con sorpresa incluida), pierde fuerza. Se vuelve un poco más aburrida y menos interesante, se vuelve más "Disney". Esto no sería malo si se solucionara de forma un poco más original la historia, pero se vuelve bastante previsible, salvo como he dicho, la sorpresa que esconde el malo de la función. Los secundarios también ayudan a que la película no vaya perdiendo todo el interés que tenía cuando empezó. La comandante del juego Heroes Duty o Felix el reparador, ayudan a que el film no decaiga del todo, y algunos personajes más como el guisante verde que acompaña a Candy. Hay escenas hilarantes como la reunión de malos anónimos de los videojuegos y su terapia de grupo.

Los personajes principales del film

Es una lástima que algo que podría haber sido una obra maestra al nivel de las grandes de Pixar (Toy Story o Monstruos S.A.) acabe perdiendo toda la fuerza y originalidad que tenía el arranque, si no estaríamos hablando de algo completamente diferente. Los valores Disney como la amistad, la verdad y el sacrificio por los demás, son demasiado evidentes para solventar la historia. De todos modos vale la pena echarle un ojo a esta película, pero principalmente por el elemento nostálgico y su enérgico y original arranque. Tampoco es que después se vuelva aburrida, simplemente si has visto mucho Disney, te harás una ligera idea de como puede terminar. De todos modos si la línea a seguir por las películas de animación digital de Disney va por el camino de esta que nos ocupa, bienvenidas sean, seguro que acabarán aprendiendo para mejorar (veáse Frozen)

PD: no os acostumbréis, no veo muchos dibujitos

XOXO SoldieRyan