La política no es cosa de políticos solamente

Jodidos y apreciados lectores de Ahora Te Jodes, hoy a riesgo de aburriros voy hablaros de un tema que hace tiempo que no toco: política, o lo que es mejor, lo que se percibe hoy como política. Seguramente no sea la primera vez que lo hago, ni sea la última, pero de vez en cuando está bien recordarlo y escribirlo como si de un monólogo interior se tratara. A veces va bien para todos, y sobretodo, para que un servidor siga concienciado con ello. Intentaré ser breve y conciso para no ser demasiado soporífero. Así que vayamos por faena.

Estoy seguro de que muchos de nuestros lectores cuando se les habla de política piensan en esos energúmenos que hoy ocupan nuestras instituciones viviendo del cuento. No les culpo pues en cierto modo tienen razón. Aunque me preocupa esa percepción de la política porque se ha transformado en un lugar común para todos nosotros. Cuando se habla de estas personas que dirigen nuestros destinos ya no se encuadran en el antagonismo de izquierda / derecha, y se da a entender que la política no es una cuestión de ideologías sino de políticos. Los políticos ya no son ni de izquierdas, ni de derechas, son políticos a secas, y a su vez, la imagen del político medio es la de un esperpento corrupto carente de moral y escrúpulos que actúa conforme a sus propios intereses. De este modo surge la desafección política,  al estado y sus instituciones puesto que en ellas es donde trabajan estos políticos.

Este estereotipo sobre todo lo que supone la política hoy en día es erróneo y perjudicial para todos los ciudadanos. Cuando la desafección política surge los ricos hacen y deshacen impunemente. El hecho de renunciar a nuestro poder produce que el suyo aumente. Es una cuestión de correlación de fuerzas que siempre han estado representadas en ese antagonismo antes mencionado. La derecha, que está representada por los ricos que quieren mantener su estatus de privilegios, y la izquierda, la cual aspira a que los privilegios sean derechos universales para que ningún ser humano sea menos que otro. Sin embargo, a ojos de cualquier ciudadano esto es sólo un discurso que disfraza las verdaderas intenciones del político. Pero lo que nadie sospecha es que el enredo es algo más complejo, y sigue estando dentro del margen izquierda / derecha.

La política es algo más que una cosa de políticos. La política es el instrumento con el que las ideologías componen melodías, es con lo que nosotros tenemos voz para decir la nuestra, es en definitiva el terreno sobre el que lucha la izquierda y la derecha. Pero si la política es cosa de políticos, y no de ideologías y colectivos, no tiene sentido seguir luchando para incidir en ella puesto que lo que se haga será en beneficio de los intereses de estos. El quid de la cuestión se encuentra en esa percepción misma, ya que esos políticos que dicen ser de izquierdas, si están defendiendo sus intereses privados, es decir, su estatus de privilegios y no de derechos universales, son de derechas.Y pasar por alto esto nos esta llevando a serviles la victoria en bandeja de plata.

 “El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el coste de la vida, el precio de las alubias, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales” - Bertolt Brecht

La abtracción de izquierda / derecha no se divide en el mundo tangible, porque estamos hablando de ideas. Tanto un rico como un pobre puede ser de izquierdas, o derechas. Lo que define a una persona entre una u otra postura es la voluntad. Por eso tanto un comunista y un anarquista son de izquierdas, porque aunque sean diferentes su objetivo es el mismo. Lo único que les diferencia son las formas, el cómo. Lo mismo pasa con las diferentes corrientes de derechas. Por ello, cuando renunciamos a ese antagonismo y a la política, lo que estamos haciendo es renunciar al objetivo mismo. Lo que quiero decir, es que ser de uno o de otros no entiende de clases porque es un estado mental en el que te conciencias, y cuando renuncias a eso lo que estás haciendo es mantenerte al margen de ese conflicto de intereses ques te afecta directamente. Es esta deserción al objetivo mismo lo que les está dando la victoria en esa lucha.

La prueba de su victoria es que nos han hecho creer que la derecha y la izquierda no existe, que la ideología ha muerto, y que entre los que saben la verdad de lo que sucede luchen por la pureza de su movimiento. Una pureza que no existe, que es, como tantas otras cosas, un tópico que ellos han introducido para hacernos dudar hasta de nosotros mismos. Bailamos al son de lo que su orquesta toca, y sospecho que encima lo hacemos gustosamente.

Si has conseguido llegar hasta aquí leyendo jodido lector, parate a pensar si no es cierto que piensas que todos los políticos son iguales y que por ello participar en la política no sirve para nada. Reflexiona o atrevete a negarme que la desigualdad existe, y que los ricos son los más interesados en luchar por mantener sus estatus. Si miento ¿Por qué el rey es rey, y tú, un simple ciudadano?

Saludos jodidos de Balcerx