Kick Ass y Kick Ass 2: el porqué de las segundas partes

Hace poco dieron Kick Ass en televisión y me la vi entera por cuarta vez, creo. En este blog hemos hablado mucho (tal vez demasiado) del cine de superhéroes, y hoy no va a ser una excepción, donde además será por duplicado. Kick Ass y Kick Ass 2, son parodias -con ciertos matices- del género superheroico que Marvel en mayor medida y DC han puesto de moda en el cine en los últimos 15 años de forma un tanto intensa. Cada año se estrenan películas de gente con poderes (o con dinero) que se convierten casi de forma matemática en éxitos de taquilla, alargando sagas y más continuaciones de forma inagotable. Pues Kick Ass se ríe de todo eso.

Kick Ass armado con sus porras

Matthew Vaughn, responsable de la joya estrenada este año Kingsmen: el servicio secreto, es el director de la primera Kick Ass, una pequeña gran película cuyo argumento es estúpido pero simple: un chico fan de los cómics de superhéroes decide convertirse en uno, esto es: se disfraza y sale a la calle a repartir y recibir palizas de los delincuentes comunes, hasta que se topa con un jefe mafioso y su peculiar hijo.

Así que, tal como suena, la peli va de un colgao que se pone un ridículo traje verde y armado con dos porras sale a la calle a pulir cera, aunque él también recibe de lo lindo. Hay sangre y la violencia es bastante explícita, como tiene que ser en una película de estas características, cortesía de Vaughn. El punto de partida seguro que a más de uno se le ha ocurrido, sin embargo estos responsables han sido los valientes que se han atrevido a plasmar una idea tan absurda como interesante. El protagonista podría ser cualquier chaval con ganas de aventura, y que se toma la vida como un juego, salvo cuando se dan cuenta de que todo tiene consecuencias reales, cuando ya es tarde.

Nicolas Cage como Big Daddy y Hit Gil, la estrella de la peli

Los secundarios también son otro de los puntos fuertes: desde el villano de la función, que es Mark Strong, o Evan Peters como amigo del protagonista (el Mercurio de X-men: días del futuro pasado) hasta por un inmenso Nicolas Cage, en el papel de superhéroe urbano con ansías de venganza. Sin embargo, quien se lleva el gato al agua es Chloë Grace Moretz, la entrañable Hit-Girl, una tierna niña pero terrible a la hora de pelear, y éste es de lejos, el mejor motivo para ver la película, el personaje de Chloë. El protagonista se diría que es incluso el más soso de la función, un Aaron Taylor-Johnson, que curiosamente, también ha interpretado a otro superhéroe (esta vez con poderes) en la segunda parte de Los Vengadores, de la que ya hablamos en este blog.

En resumen, entretenida y original película, que aportó un punto de vista fresco y moderno al por ahora tan manido género de los cómics en el cine, y la peli tiene sus añitos, que es del 2010.


¿Y qué pasa cuando algo funciona y tiene éxito? Que hacen una segunda parte, como manda la ley. ¿Y cuál es la ley no escrita sobre las segundas partes? Que nunca son buenas, y aquí en este caso, efectivamente se cumple. Kick Ass 2 no es más de lo mismo ni siquiera, es peor, y menos de lo que sí funcionaba en la primera.

Aquí Hit-Girl ha perdido frescura, no está Nicolas Cage, aunque sí tenemos a Jim Carrey, que es el mejor personaje de la película, no está Mark Strong, Aaron Johnson está aún peor que en la primera...etc. Un despropósito. Yo la vi por curiosidad hace poco, después de ver nuevamente la primera, y sinceramente, preferiría que no se las relacionase, porque vaya chasco.

Jim Carrey a la izquierda, en Kick Ass 2

Aquí la historia contínua más o menos en el punto donde terminó la primera. La gente, motivada por Kick Ass a defender sus barrios, sale por las noches disfrazada para detener a maleantes. Sin embargo, el hijo del mafioso de la primera parte -que se hace llamar El Hijo Puta- forma una pandilla de delincuentes-villanos para vengarse de Kick Ass haciendo daño a la gente que le importa. Kick Ass no tendrá más remedio que enfrentarse en una "épica" batalla final contra las hordas del Hijo Puta.

La película no tiene nada de épica, y mucho menos interés. Hay menos violencia y la que hay, se ve forzada. Las escenas que mejor destacan son las de Hit-Girl, y mira que aquí además hay pocas. En definitiva, un chasco. Pero como ejemplo magnífico de lo que NO hay que hacer en una secuela, creo que queda perfecto.

XOXO SoldieRyan