Portada del libro |
Lo siento mucho, no volverá a ocurrir.
Si, me acabo de marcar un Juancar, esto es, pedir perdón a sabiendas de que igual vuelves a cagarla, lo que hizo el rey emérito hace un tiempecillo, vamos. No sé si os acordabáis de mi, de nosotros, de Ahora te jodes. Nosotros tampoco nos hemos acordado.
Las cosas bonitas de la vida, a muchos, se nos olvidan. No hay tiempo para mirar al cielo, no hay tiempo para sonreír, no hay tiempo para escuchar lo que nos dicen y no hay tiempo para escribir. No, Ahora te jodes no es bonito, no generalicemos tampoco. Todos hemos pasado por momentos en los que lo único que queremos es sacar un lanzallamas y ver al mundo arder. No obstante, el presupuesto no nos llega, aunque no será por ganas. A otros sin embargo, si que les llega el presupuesto para realizar películas como El corredor del laberinto: las pruebas (Wes Ball, 2015). Vamos a quitarle el polvo al blog, un poquito.
Lo del subtítulo "las pruebas" es porqué es una segunda parte, si, de la primera El corredor del laberinto -podéis ver nuestra crítica aquí-. El equipo es el mismo. La historia pues no, pero también la has visto en otras tantas películas/series/videojuegos/libros/cualquier otro medio de entretenimiento. Para situar al respetable que se ha tomado la molestia de hacer click en esta entrada, la película cuenta lo siguiente:
La primera parte nos contaba la historia de un grupo de chicos atrapados en un bosque donde hay un laberinto sin salida aparente. Llega Tomas, un chico que no recuerda nada, y al final todos se unen (o casi todos) y encuentran la salida. Cuál es su sorpresa que al parecer, les cuentan que la tierra ha sido devastada por el Destello (se entiende un efecto climático del Sol) que ha convertido a gran parte de la población en zombies o infectados, y los supervivientes restantes se afincan en ciudades amuralladas mientras intentan descubrir una cura. Un grupo de humanos rescatan a los chicos que han sobrevivido al laberinto y se los llevan a una de las ciudadelas, donde aparentemente estarán a salvo, pero nada es lo que parece.
Este sería, a grosso modo, el resumen o el punto de partida, por así decirlo, de esta segunda parte. Es un poco complicado hablar de la película que nos ocupa sin destripar nada, pero cosas más difíciles he hecho este año, creédme, igual algún día os las explico, si no es aquí, en otro lado.
El plantel de jóvenes protagonistas de esta segunda entrega |
El corredor del laberinto (Wes Ball, 2014) supuso al menos para mi, un soplo de aire fresco en esto de las adaptaciones literarias. Saturados de juegos de hambre, de divergentes e insurgentes y de no sé cuantas más, el argumento de la primera película se basaba en el misterio, que era prácticamente descubierto al final. Al mismo tiempo, los jóvenes actores encabezados por el prota Dylan O'Brien, también daban un puntito de novedad, ya que no hay prácticamente ninguna estrella juvenil, tal vez salvo Thomas Brodie-Sangster, visto en Juego de Tronos como Jojen Reed. Del resto, todos muy naturales en sus papeles. Es decir, un guión interesante (para los que no han leído el libro) junto a un plantel de actores con ganas, dieron un resultado más que aceptable.
Los protas en plan "vamos a correr, otra vez" |
Otro de los punto flojos, es que NO PARAN DE PASAR COSAS, continuamente, una tras otra. Si la primera controlaba en cierto modo la tensión, dosificando la acción o los avances en la trama, en esta deben de haber pensado que era aburrido, y que en vez de ver una peli en el cine, el espectador querría jugar a un videojuego, sólo que sin jugarlo. Si es así, les ha salido bien. No recuerdo una película en la que pasasen tantas cosas. Eso no es entretener, es saturar. Espero que aprendan la lección. Tengo mis dudas sobre la salud de los actores. Deben de haberse dopado de forma considerable para no dejar de correr en todo el metraje. El esquema de cada acto es muy simple: surge un problema, salimos corriendo.
Otro de los misterios de la película |
Hay escenas sin ton ni son (la de la discoteca), plagiadas de videojuegos (la de las cloacas de The last of us), personajes que cambian de opinión porque si, etc. En definitiva, un poco despróposito. No me malinterpretéis tampoco, la película no es mala. Pero teniendo el precedente y lo más complicado hecho (llamar la atención) con la primera película, creo que se les ha ido de las manos. No sé si el libro es igual, pero probablemente esta película hubiera necesitado una división en dos partes, y en este caso, justificada estaría. Seguro que muchos sabéis lo poco fan que soy de estas cosas, pero es que como digo, para disfrutar de la historia y de los personajes, creo que se ha querido meter demasiada información en poco tiempo, y eso que dura sus dos horas y poco bien larguitos.
Algunos de los espectaculares paisajes que vemos en la película |
Para la tercera parte -porque la habrá- y tras el sonrojante final de esta, espero que tomen nota, aunque mucho me temo que seguirán el camino iniciado en esta segunda parte, más que recuperar el clima de la primera. Parece que cuanto más grande, mejor, y siguen sin aprender la lección. Habrá que ver que han hecho con la última parte (esta vez si) de Los juegos del hambre, que se estrena en breves.
XOXO,
SoldieRyan
PD: espero no tardar 5 meses en volver a escribir ;)
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