Brasil 3 - 0 España, algo más que un resultado futbolístico.

Hoy es día 1 de julio 2013. La resaca futbolística de la final de la copa confederaciones empieza a hacer efecto. Aunque todo se ha de decir, nosotros los españoles poca fiesta debimos tener, y después del desastroso ridículo volvimos a nuestra triste realidad. España sigue siendo un país de abundante corrupción, con un paro que abarca más de un cuarto de la población, y un estado del bienestar desmantelándose que acentúa todavía más las desigualdades sociales. Curiosamente, la campeona Brasil, pasa por una situación parecida pero su población pasó toda la copa confederaciones, también denominada copa de las manifestaciones, con batallas campales en las calles. Manifestaciones que empezaron siendo pacíficas pero que desembocaron en la intervención de las fuerzas armadas. Dos países con una realidad de semblante semejante, pero de distinta actitud.

Lo cierto es que lo visto ayer en el partido es un símil de estas dos posturas. Brasil, una selección peleona que presionaba todas las líneas, que no daban ni un palmo de terreno por perdido, y España, una selección en la que sólo unos pocos luchaban, corrían y se dejaban la piel por intentar cambiar el sentido del partido, mientras otros miraban cansados e indiferentes como les pasaban por encima. Esto es lo que sucede con nuestros dos pueblos, pues Brasil ha salido a la calle a denunciar lo que en su país ocurre. Incluso sus jugadores apoyaron las manifestaciones. ¿Y España? España es un sector que lucha, y otro que mira indiferentemente y a veces hasta se permite el lujo de criticarlo. 

No hay duda de que algo falla en nuestra selección y en nuestro pueblo. No es posible que después de lo que nos están haciendo no hayamos acabado así, nosotros que siempre hemos presumido de tener garra y coraje. Nosotros que hemos sido y somos un país explotado por una oligarquía retrógrada y anclada en el pasado. Nosotros que reunimos todas las condiciones para rebelarnos.

Dos realidades similares para dos pueblos de actitud distinta. Quizá nosotros, los españoles, deberíamos aceptar la derrota de ayer humildemente y tomar ejemplo de hacia donde avanza Brasil. Porque el fútbol, es fútbol, pero nuestro día a día es lo que realmente nos pertenece y en esto todavía tenemos mucho que aprender. Brasil hoy camina hacia más altercados buscando un país más justo, con más democracia y más igualdad social. España agoniza y acepta su muerte. Algunos diréis que somos distintos, que ellos tienen otra historia, otra forma de actuar. Les doy la razón completamente. Pero también os digo que con la conciencia no se nace, sino que se hace, y eso es lo que Brasil tiene y a nosotros todavía nos falta. Por ello, quiero mostrar mi total apoyo a Brasil, y a todos aquellos que sí tienen conciencia y luchan.

Saludos jodidos de Balcerx