Elecciones alemanas

Estamos a 24 de septiembre y ya se conocen los resultados de las elecciones alemanas. Merkel ha vuelto a ganar con unos resultados históricos que rozan la mayoría absoluta. Parece ser que el 42 % del electorado ha decido que la dama de hierro vuelva a azotar Europa con sus imposiciones a la zona periférica. No debería importarme demasiado lo que pasara en Alemania, pero es imposible no tener preocupaciones viendo el significado que tiene que la CDU gane otras elecciones. Aviso a los lectores, hoy no aportaré datos, al menos contrastados como en otras ocasiones, porque quiero tratar exclusivamente lo que me produce que esta señora vuelva a alzarse como canciller en Alemania.

Muchos sabréis que estamos en una crisis económica, y si no lo sabéis, empezad a salir a la calle un poco porque es de juzgado de guardia no saberlo. La cuestión es que esta crisis, como todas las crisis, se ha centrado exclusivamente en un grupo de gente. En España en las clases medias/bajas, pero si miramos Europa, en la zona del mediterráneo. Todo con el beneplácito y planificación de la señora Merkel que es quien impone su voluntad en Europa. No sé si es que estos nórdicos quieren tomarse una venganza hacia lo que antes era el Imperio Romano, o simplemente es que hay intereses ocultos en buscar cabezas de turco para explicar el batacazo de nuestra economía. Apostaría más por lo segundo porque de hecho es lo que ha ocurrido.

Uno de los tópicos más comunes que hay en el país germano es que el sur es el culpable del paro en Alemania, y que Alemania en su infinita bondad está pagando rescates de su dinero para que las maltrechas economías no caigan. Pero nada más lejos de la realidad, porque los rescates no son un donativo altruista. Estos son prestamos que luego habrán de devolver los países con intereses, añadiendo así otra deuda más a su decadente economía. Encima, por si fuera poco, esos rescates van con unas condiciones que se basan en imponer unas políticas que destruyan los estados del bienestar que tanto costó construir en el sur. Una manera sutil de subyugar estados a los intereses de otro. Tampoco creo que todos los alemanes estén recibiendo grandes mejoras por tales rescates cuando nosotros somos los culpables de su paro. Seguro que ese es el discurso de Merkel para justificar la crisis en su país. Es más, no cabe la menor duda de que los intereses no responden al pueblo alemán si no a su clase privilegiada, para variar, la de los banqueros y burguesía. Es curioso, aquí pasa igual, tanto con los políticos como con los banqueros. Unos eluden responsabilidades y otros se llenan los bolsillos, porque si Merkel echa la culpa al sur, Rajoy se excusa con que Alemania dicta y él cumple, y obviamente en Catalunya Mas recorta y culpa a España. Todo un plan bien construido para que nadie pague por su mala gestión, excepto el pueblo.

Desde luego yo no soy nadie para decirle al pueblo alemán que demonios hacen escogiendo a esta señora para guiar su destino. De hecho, soy español y lo mismo podrían pensar de mi al ver al señor Rajoy en el poder. Pero de lo que no hay duda es de que esto no nos va a beneficiar. Estamos condenados a seguir pagando por los pecados de otro, y hablo de pecados porque a pesar de lo mucho que nos gusta llamarlos incompetentes, lo que me parecen es pecadores. Tampoco me gustaría que haya confusión con el término pecadores. Son pecadores no por herejía, sino por maldad. Nos gobiernan personas sin escrúpulos. No tontos, sino villanos.

Sin embargo, es mejor no hundirse porque si alguien puede acabar con la crisis son los pueblos. No requerimos tanto: sólo voluntad y organización, y la organización requiere voluntad. Cuando consigamos esto, tendremos mucho ganado, y esos villanos sentirán miedo al ver que le están disputando la hegemonía del poder.

Saludos jodidos de Balcerx