Lo que mal empieza, mal acaba

Hoy ponen fín a su emisión ciertos canales de televisión por una sentencia del Tribunal Supremo. El veredicto fue claro, las frecuencias en las que emiten estos canales fue adquirida de manera fraudulenta. El tráfico de influencias es lo que tiene: que casualmente haya "errores administrativos". Lo que mal empieza, mal acaba. Así es como la Sexta3, Xplora, Nitro, de la compañía de ATRESMEDIA, y Nueve y Siete, de MEDIASET, van a pasar mejor vida. Para variar, como es un tema algo espinoso, en AhoraTeJodes toca hablar de ello.

Hay mucha gente indignada con la noticia. Les parece mal la sentencia. Empezando con los propios trabajadores de las cadenas, por los únicos que siento cierta empatía porque pueden perder su trabajo, y los telespectadores. Desde todas estas esferas no he dejado de escuchar argumentos de toda índole para que no cerraran los canales. Argumentos que sinceramente no me parecen ni de lejos suficientes para que estos canales no cierren. Le pese a quien le pese. Aunque si he de estar de acuerdo con alguien, es con los propios trabajadores de esos canales, como ya he dicho antes.

He leído por las redes sociales que no deberían cerrarlos porque estos canales son una oferta alternativa a la telebasura. Aunque habría que definir eso de telebasura, ya que a pesar de que hay un consenso sobre esa clasificación, considero que puede abacar a más tipos de programas. Obviamente todos se referían a los programas que tratan la farándula, acumulados la mayoría en Telecinco. Sus Reality Shows, y demás mierdas no son una televisión muy educativa, y desde luego a mi tampoco me agradan. Me dan ganas de apagar la televisión y no encenderla nunca más cada vez que hago zapping y los veo, y aun así lo revienta en audiencias.  Claro que tampoco podemos  afirmar que estos canales alternativos no contengan telebasura. Todos hemos visto alguna vez esa mierda llamada Next, emitida en Neox, que a mi parecer sigue siendo telebasura. Así que ¿Hasta que punto puede ser ese un argumento de peso?

Por otro lado, he visto por ahí comentarios de algún youtuber famoso, como AuronPlay, que va pregonando que las audiencias deberían ser motivos suficientes para no cerrarlas, o para al menos buscar una alternativa. En lo de buscar una alternativa no le quito razón. Quizá estaría bien que consigan una frecuencia donde emitir, siempre y cuando cumplan las normas le van a llevar al cierre. Pero en lo de que la audiencia sea un motivo de peso para no cerrarlas, es como decir que los toros no deberían prohibirse porque tienen muchos seguidores, que los tiene. Entiendo que se piense en la audiencia, pero eso es enfocarlo desde un punto de vista de mercado. Si algo tiene audiencia es porque vende, y si vende debe seguir emitiendo porque gusta. Ya os comenté el poder de los medios de comunicación, y especialmente, del marketing. Se basa en crear necesidades, en estimular el deseo de algo que no necesitas. No tiene nada que ver con que sea bueno o malo, en que la temática guste o no, ellos ya se encargan de darle el atractivo necesario para que guste. Por lo tanto, entiendo que lo mismo pasa con esos canales, teniendo en cuenta también que la gente debe estar hasta los huevos de la programación de ciertos canales. Es decir, que se ven porque venden y porque son algo diferente al resto. Aunque, insisto, haya programas que sigan siendo también basura, y por supuesto, en que el marketing algo tendrá que ver. Si no ¿Por qué hay otras cadenas que producen una temática parecida y no han tenido el mismo éxito?

Por último, están los trabajadores de esas cadenas, los cuales seguramente vayan al paro,  los cuales

 que quizás me hayan convencido más. Claro que con matices. Hacen una critica al gobierno porque la libertad de expresión sufre una censura al tomar esta decisión. Teniendo en cuenta que algunas entrevistas incluso son pactadas, pues tienen algo de razón. En España eso de la comunicación los poderosos la tienen muy controlada, ya sea desde las esferas económicas, o desde el poder político que te confiera controlar el estado. Ahí tenemos las televisiones autonómicas y estatales, y las privadas, qué todas siguen las directrices de sus jefazos, y obviamente, éstas están basadas en cuestiones ideológicas o de mercado.

No obstante, como he dicho al principio de la entrada, lo que mal empieza, mala acaba. Las frecuencias de estos canales, indiferentemente de todos los motivos argumentados para que no se cierren, se adquirieron de forma fraudulenta. Eso signifca que no siguieron los pasos requeridos. Se tenían que someter a concurso, del mismo modo que alguien sin casa se tiene que someter a concurso si quiere una Vivienda de Protección Oficial. Es así de simple, si no pasas ese concurso, estás siendo injusto con el resto. Así que el cierre bajo esta premisa está más que justificado. Lo que no está justificado es que no se busque una solución para que sigan emitiendo, ya que parece ser que según la sentencia las empresas han sido las damnificadas, y seguramente, busquen la indemnización y esta va a venir del dinero de todos. Vamos, lo que viene siendo una mierda para todos nosotros.

A pesar de todo, hay algo en lo que todos si deberíamos estar de acuerdo porque esto si es necesario. Hay que crear una ley que regule los medios de comunicación. Y regular no significa marcar unas directrices que respondan a la visión ideológica de los dueños, o que respondan a cuestiones de mercado que lo único que buscan es vender y vender a cualquier precio. Regular significa impedir que eso pase. Lo primero será difícil de conseguir, ya que todo lo que hacemos requiere de un proceso subjetivo, y en definitiva, lo subjetivo siempre estará algo impregnado de ideología. Pero lo segundo, es más que posible ¿Cómo? Sencillo.

Lo que se debería hacer es regular los espacios de una manera en que todos tuviera la posibilidad de decir la suya, así el medio en cuestión nos ofrecería una verdadera una gama de alternativas. Y por supuesto, en lo que se refiere a la financiación, que eso es también a lo que responden las formas de muchos programas, se debería regular de tal modo que todos los canales recibieran las mismas subvenciones por parte del sector público como de la parte privada. Porque de este modo se conseguiría eliminar el monopolio de los espacios comunicativos. y así, crear una programación que responda a una verdadera alternativa.

Saludos jodidos de Balcerx.