Lo más lamentable de la derecha en este país, no son sólo sus políticos, sino los medios de comunicación que tienen a su servicio. En ellos cualquier bocazas de tres al cuarto no tiene ningún inconveniente en calumniar y injuriar impunemente, si así lo desea. Lo hacen desde la seguridad que les da tener un mecenas detrás que les cubrirá las espaldas siempre y cuando vaya a favor suyo. Es algo deleznable, pero se consiente, y de ese modo se recrean en su miseria moral y empiezan a echar mierda por la boca sin ningún filtro, y a veces, incluso mintiendo.

Gentuza que se cree la mar de graciosa y elocuente como Salvador Sostres lo hizo en esa asquerosa columnita donde el cinismo más asqueroso emana de sus dedos. Tampoco fue una excepción para TeleMadrid que trató de manipular la opinión pública del mismo modo. Pero el karma informativo se cebo esta vez con ellos.


Si este país fuera digno, ahora mismo estaríamos pidiendo la cabeza de los iluminados a los que se les ocurrió tratar de manipular la opinión pública. Y no me malentirpreten, me refiero a retirarlos de sus funciones y no a poner en práctica el acto más famoso de la revolución francesa. Si la justicia funcionara, incluso sería suficiente motivo para sancionar a esos medios, porque no están haciendo otra cosa que causar un perjuicio de la imagen de los distintos colectivos basándose en elucubraciones, que no son otra cosa, que mentiras mal intencionadas. Pero no se hará, porque en este país las cosas no funcionan como deberían.
No deja de ser irónico que estos, a los que les gusta invocar a la democracia cuando ven que desde las esferas a las que atacan se actúa mal, no tarden ni un minuto en demostrar la bajeza de sus actos. Hacen siempre que pueden alarde de ella, y a la vez que no tienen ningún inconveniente en hacer lo contrario. Mentir, calumniar, insultar, crear crispación...Eso también es terrorismo, pero no se condena. Sólo se condena cuando interesa.
Vivimos tiempos convulsos, donde una crisis económica provocada por las financieras nos asfixia más fuerte cada día que pasa, y tenemos que permanecer impasibles mientras unos gobiernos títeres del capital nos atan de pies y manos. No podemos gritar, no podemos quejarnos, no podemos expresar la frustración y rabia que tenemos muchos dada la situación, y sobretodo, no podemos cambiarlo porque ni nos dejan. Y encima tenemos que oír como los medios nos insultan. Ya lo decía el dicho "Nos mean, y la prensa dice que llueve".
Saludos jodidos a todos de Balcerx

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