Cien años que no se deben olvidar



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Desigualdades en Brasil cortesía de marcianosmx.com
Para muchos, lo más importante estos días es el Mundial de Brasil 2014. Para países como Colombia o Brasil, su clasificación para los cuartos de final ha supuesto un respiro a todos los problemas que tienen. Principalmente en el caso de Brasil y todas sus revueltas sociales, causadas precisamente por este "pan y circo" que es el Mundial, que ha hecho "olvidar" al gobierno las grandes diferencias económicas que hay en la población brasileña. Está claro que el fútbol mueve pasiones, pero tan pronto nos hemos olvidado que este pasado sábado 28 de junio, se cumplieron exactamente 100 años del inicio de la Gran Guerra? La Primera Guerra Mundial cambió la historia de la humanidad, y es algo que no se debe olvidar con unos cuantos goles.

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Mapa con las potencias europeas. Foto cortesía de pais-global.com.ar
Supongo que los lectores que estáis aquí ya lo sabréis, pero la Primera Guerra Mundial fue el primer gran conflicto a escala mundial, entre las potencias del mundo en ese momento. Hablamos de 1914 a 1919, cinco años que dieron para destrozar toda una generación. Los aliados por un lado, con Francia, Gran Bretaña, EEUU, Rusia o Italia a la cabeza, y las potencias enemigas, con el Imperio Austrohungaro, el Imperio Otomano y Alemania como principales miembros, hubo por supuesto otros muchos países implicados. Muchas de las naciones implicadas, actualmente ya ni existen como tal o se vieron completamente diezmadas en territorios y potencia militar desde entonces, y no volvieron nunca a ser lo que fueron. Lo que supuso un nuevo orden mundial.
Hay varios hechos, que llevaron a esta guerra. El que se supone que llevó a esta escalada de tensiones, o más bien, lo que dinamitó la ya de por sí, frágil paz europea, es el asesinato del heredero del imperio austrohungaro, Francisco Fernando, en Sarajevo. Como curiosidad, en la ciudad hay una baldosa con las huellas desde donde el tirador, disparó contra el príncipe imperial.

La guerra y sus consencuencias. Foto cortesía de www.historiasiglo20.org
Esta entrada no pretende ser un resumen o un tedioso informe sobre la guerra, hay centenares de páginas en los que leer sobre la misma (Wikipedia por ejemplo: http://es.wikipedia.org/wiki/Primera_Guerra_Mundial). Lo que pretendo con ella es que hay que reflexionar. La sociedad de aquella época, que fue conocida como "Belle Epoque", básicamente vivía sin pensar en que nada ni nadie podía frenarles. Avances tecnológicos, sociales y mucho más, que llevó a todo el mundo a tener un punto de vista positivo a lo que estaba por venir en el futuro reciente. Sin embargo, el militarismo, el imperialismo y el nacionalismo de todas y cada una de las principales naciones implicadas, fue lo que llevó a esta guerra y desencadenó la guerra.


Manifestantes pro-rusos en Ucrania
Foto cortesía de publico.es
Muchas de estas cosas, que pueden parecer superadas, se han ido repitiendo y repitiendo a lo largo de nuestra historia. La carrera armamentística se repitió después previa la Segunda Guerra Mundial, por parte de Alemania, luego durante la Guerra Fría, con Rusia y EEUU como exponentes de una tensión militar patente, y actualmente, EEUU, Rusia y países como China o Irán. Tenemos organismos para evitar estas cosas y regularlas, pero no se hace el uso debido, o no dejan de ser a veces instrumentos de las verdaderas potencias actuales.
El imperialismo está a otro nivel. Por ejemplo, mientras Europa intenta sabotear a los aliados de Rusia, como el caso del conflicto ucraniano, los rusos al final han conseguido recuperar o anexionarse más territorio. Ni toda la palabrería de Obama criticando y pidiendo sanciones contra dirigentes rusos, ni toda la "fuerza" de la Unión Europea, han servido para que los ucranianos que quisieran, y así lo expresaron en un referéndum, se anexionaran a Rusia.

Pablo Iglesias, líder del fenómeno político de Podemos
Foto cortesía de elmundo.es
Y el nacionalismo, eso que ha hecho tanto daño, y sigue haciendo daño. Las radicalizaciones acerca de la ideología o el sentimiento hacia un país, nunca son buenas. Tan poco buenas, que tras las últimas elecciones europeas, por ejemplo, se hace patente el clima de descontento general que hay con los grandes partidos que han manejado el cotarro hasta ahora. La gente, los votantes, están optando por agrupaciones políticas que van en contra de lo que quieren imponer los de siempre (sea bueno o malo) y con actitudes incluso populistas, caso de "Podemos" en España, o de la creciente tendencia de la derecha radical en Francia, por poner dos ejemplos claros.

Manifestantes independentistas quemando las banderas
española y francesa. Foto cortesía de elperiodico.com
Debemos estar orgullosos de ser de donde somos y de nacer donde hemos nacido, y preservar lo que nos hace únicos a cada uno como persona y como país, pero el querer imponer lo nuestro al resto del mundo, y defender nuestra visión centralista del mundo como la única posible, es uno de los motivos que llevó a Europa y al mundo a la Gran Guerra. Las actitudes radicales, en general, sólo traen problemas y sobretodo conflictos en la sociedad, estaría bien aprender para no repetir semejantes desastres humanos y sociales. La gente parece olvidar con rapidez que, por ejemplo, como en el caso de Cataluña y todo el tema relacionado con la independencia, las posturas radicales no suelen traer un resultado positivo a nadie. Seguro que si se tiene en cuenta todo lo sucedido en la historia de la humanidad, y se extrapola a situaciones actuales, se puede sacar algo en positivo. Nuestro problema es que no aprendemos, y si lo hacemos es a palos y nos dura poco.


Tal y comp predijo Albert Einstein una vez: "No se como será la tercera guerra mundial, sólo sé que la cuarta será con piedras y lanzas".

XOXO  @SoldieRyan


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